Las decisiones de los líderes electos reflejan las prioridades y valores que tienen para sus comunidades. Sin embargo, en el caso de la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández, parece que las prioridades han quedado relegadas detrás de una serie de decisiones que más que beneficiar, parecen perjudicar y menospreciar al pueblo que juró servir.
Hace poco, la presidenta anuncio la llegada de Wendy Guevara, ganadora de «La Casa de los Famosos», generando un revuelo en redes sociales. No por la figura de Wendy, sino por la aparente indiferencia de la presidenta a los verdaderos problemas de su municipio. En un tono que muchos han calificado de burlesco y despectivo, Hernández les dijo a sus críticos: «Que soporten».
¿Pero qué es lo que realmente deben «soportar» los carrilloportenses?
La lista es larga y dolorosa: una administración que deja mucho que desear, inseguridad creciente, falta de servicios públicos, comunidades mayas olvidadas, espacios culturales en abandono, madres en duelo, despojo de tierras y despidos injustificados. Es un grito de desesperación de un pueblo que se siente traicionado y marginado.
Y las controversias no terminan ahí. Cada paso de Hernández parece estar envuelto en el escándalo. Incluso la han señalado en la mañanera de Andres Manuel López Obrador. Esto evidencia que no solo es una preocupación local, sino que ha traspasado fronteras municipales y estatales.
Felipe Carrillo Puerto, en el corazón de la Zona Maya, merece respeto y atención. No solo es una joya cultural y lingüística, con comunidades que mantienen vivas las tradiciones y la lengua maya, sino también un espacio lleno de riquezas naturales y humanas. Sin embargo, parece que para algunos líderes es simplemente una mina de oro para su beneficio personal.
Es vital recordar la trayectoria de Hernández: préstamos de campaña sin pagar, eventos costosos que no aportan al bienestar de la comunidad, fiestas privadas. Estas no son decisiones de una líder comprometida con su gente, sino más bien de alguien desconectada de la realidad y necesidades de su pueblo.
Los carrilloportenses no deberían «soportar», deberían exigir. Exigir una administración transparente, justa y que realmente busque el bienestar de todos. Es tiempo de que los líderes recuerden que están al servicio del pueblo y no al revés.
